Jamás dejes tu auto estacionado o guardado a la intemperie, menos con funda.
el invierno y el verano son grandes enemigos del buen cuidado y mantenimiento de nuestros autos si están al aire libre, incluso estando bajo un techo cobertizo, siendo peor aún si están con una funda.
La lluvia y el frio del invierno generan mucha humedad lo que es muy dañino para cualquier automóvil. en el caso de un auto con funda esto produce un efecto de condensación en la carrocería como si fuera un invernadero, lo que puede dañar considerablemente la carrocería y la pintura con oxido.
así también la humedad puede producir hongos al interior de la cabina (alfombras, tableros, asientos, maleteros, conductos de ventilación o climatización, etc.)
En el verano el excesivo calor produce otros daños que son irreversibles, dañando las gomas, los cueros, las mangueras, los plásticos, los sistemas de protecciones de cables eléctricos, los sistemas digitales y sobre todo cualquier material fino o noble con el que el auto este construido.
Por otra parte, el viento de la intemperie siempre levanta polvo, el cual tarde o temprano se mete debajo de la funda, y el movimiento de esta la fricciona con la pintura del auto, dañándola inevitablemente.